31/3/09

Extraño


Extraño
¿Por qué este titulo hoy? Quizás sea por el cambio en el tiempo, por el aumento del número de personas deambulando por la casa o por ver el partido junto a las italianas, Será que se debe al conjunto de todo lo anterior.

Besso se fue unos días a casa, y con él el buen tiempo, me dejó en casa con cinco chicas (una de ellas enferma) y un fin de semana entero. Cuando uno está acostumbrándose a que el sol le caliente la cara, a esperar la hora del almuerzo para tirarse en el césped, levantarse de día o simplemente caminar sin la chaqueta estos cambios molestan. Y lo de molestar es solo un eufemismo.

Mis días se pueden resumir en sofá, tele con las chicas (y solo) y los paseos por el pueblo bajo la llovizna. En uno de esos paseos aproveché para cortarme el pelo que ya hacía falta.

Curioso fue el sábado por la noche, día de partido, un gran partido a priori. Me acerco a la nevera donde cojo una cerveza con la mano izquierda e instintivamente tiro a coger otra y pegarle un grito a Besso por si la quería (obvio que si) pero recuerdo que no está. Me siento con la cerveza, los frutos secos y mis olivas con pepinillos. Sorprendentemente Silvia y Laura se sientan a mi lado, cada una con una cerveza, y nos ponemos a ver el partido. Todo transcurre normal, excepto que cada balón tocado (que no parado) por Casillas, Silvia grita de emoción y entusiasmo. Y que al acabar la primera parte Laura me pregunta que a quién animo ¿Turquía o Madrid? Me lo pasé bien pero Besso…los partidos son los partidos.

Mis ojos hinchados (escribí esto el lunes a la noche) son el espejo del día. Primer día de la semana, a las nueve de la noche después de este extraño fin de semana.

***
Mañana vienes!


Pedro R.
Para Siempre

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